Historia temprana
Es difícil rastrear la historia temprana de las cartas. No existe ningún documento que indique la fecha de su invento. Sin embargo, se cree que el juego de cartas fue concebido en el siglo IX en China y alcanzó a Europa alrededor del año 1370, pero no llegó directamente desde China, sino a través del Sultanato Mameluco y el Reino Nazarí de Granada, que trajeron las cartas y algunos maravillosos juegos que estas protagonizaban.
En el continente europeo a las cartas se le infundió una nueva vida, a lo largo del tiempo las características de la baraja original cambiaron mucho, pero las cartas lograron establecerse en América Latina en los casinos en línea de Colombia y muchos otros países, como la base de muchos juegos. Echemos un vistazo al desarrollo de esta dominación mundial.
Los fundamentos: el mazo y los palos
En la actualidad, el mazo representa un conjunto de cartas de cuatro palos con diferentes valores. La baraja estándar (francesa) de 52 unidades, por ejemplo, está compuesta por cartas de 13 diferentes valores de cada uno de los cuatro palos y se ven las siguientes cartas: 2-10, J, Q, K y A de corazones, diamantes, espadas y tréboles.
En el mazo de 32 cartas, respectivamente, las cartas están repartidas de la misma manera, pero eliminando las con valores de 2 a 6. Aparte de estas barajas estándares, existen otras modificaciones, características para juegos específicos o populares en determinadas partes del mundo. Por ejemplo, existe una baraja popular en Austria y Baviera que es todavía más pequeña y reúne solo 24 cartas, utilizando solo las cartas con valor 9 y superior.
Los palos nos ayudan diferenciar las cartas formando cuatro grupos en la baraja francesa. Como ya mencionamos, se dividen en tréboles, espadas, corazones y diamantes, pero los símbolos no han sido siempre estos. Cuando las cartas llegaron a Europa, por ejemplo, los primeros mazos (los latinos) se componían de oros, diamantes, copas y espadas.
Posteriormente los símbolos pasaron por muchos cambios, sobre todo porque la gente no podía identificarse con ellos. Resultó muy importante encontrar símbolos fáciles de aprender y reconocer, lo que sucedió alrededor de la mitad del siglo XV en Alemania. Pronto después, los franceses apropiaron aquellos símbolos, dándoles los nombres, cœurs (corazones ♥), carreaux (azulejos o diamantes ♦), trèfles (tréboles ♣) y piques (picas o espadas ♠), los cuales fácilmente se podían estampar sobre las cartas con números y resistieron la prueba del tiempo.
La baraja francesa
Las cartas francesas utilizan los cuatro símbolos de naipes que hemos listado. Cada uno de estos palos contiene tres cartas con figuras humanas, valet (jota), la dame (reina), roi (rey) y el as y cartas con los números de 2 a 10, (por supuesto, estamos hablando de una baraja de 52 cartas). Nos centramos en la baraja francesa no solo porque estos son los símbolos que se han impuesto con el tiempo, sino también porque su difusión ha sido la más significativa, teniendo en cuenta la extensión geopolítica de Francia e Inglaterra a lo largo de los siglos.
¿Pero cuál es la característica más reconocible de las cartas francesas? Quizás sea la introducción de la reina. Si miramos a las cartas mamelucas o latinas, veremos que utilizan tres figuras masculinas. En la variante mameluca eran las del rey, el virrey (o gobernador) y el segundo gobernador, mientras que en los mazos latinos se veían el rey, el caballero y el jota. Los franceses descartaron al caballero e introdujeron la reina como una carta entre el rey y el jota.
El patrón parisino
Estas no eran las únicas diferencias. Incluso dentro de las cartas francesas existen desemejanzas y varias variantes regionales de ornamentación, que han surgido a lo largo de los años. El patrón parisino, por ejemplo, ganó importancia alrededor del año 1780. El estilo se conoce como portrait officiel y las cartas con figuras humanas representan personas famosas de la historia y la mitología.
El rey de espadas era David, mientras la reina de corazones era Judit. Hablando de la apariencia, un paso importante en el desarrollo del diseño contemporáneo de las cartas fue la introducción de los índices y redondear las esquinas en el siglo XIX, lo que permitió que las cartas se vieran igual por los jugadores desde los dos lados opuestos de la mesa.
El As
El as ocupa una posición especial en la baraja, ya que puede contar como uno u once, dependiendo del juego, incluso hay juegos donde se le asignan ambos valores.
En el blackjack esta es quizás la carta que más favorece al jugador, formando las manos blandas.
La carta tiene un solo símbolo en el centro que suele ser decorado. Eso es muy típico especialmente para el as de espadas, porque en el pasado allí se imprimía el sello que justificaba el pago de los impuestos.
Muchos se han inspirado en el as de espadas, incluso el grupo Motörhead sacando su himno del rock con el mismo nombre.
El Rey
El rey es la carta de mayor valor en los juegos donde el as cuenta como uno. Quizás la imagen del rey es la más discutida debido a las numerosas personas famosas que han servido de inspiración para sus dibujos, como Rey Carlos y Alejandro Magno.
En otras ocasiones ha habido especulaciones sobre la persona a la que representaba la carta. Por ejemplo, algunos creen que el rey de corazones no era otra persona sino el mismo Carlomagno, pero esta suposición no está bien argumentada.
A mayores, la obsesión por la realeza descendió con la caída de la Bastilla en 1789.
La Reina
Como señalamos la reina aparece en la baraja y gana su popularidad en las cartas francesas y antes de que esto sucediera las ilustraciones de las cartas con figuras humanas que dominaban por personajes masculinos.
La ornamentación parisina utiliza dos personajes bíblicos, Judit (la reina de corazones) y Raquel (la reina de diamantes), la diosa griega Atenea con su otro nombre Palas (la reina de espadas) y Argine, que se considera ser un anagrama de la palabra latina Regina.
Una curiosa transición de la reina de corazones podemos ver en la obra de Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, donde la Reina de Corazones, a diferencia del personaje positivo de Judit, se convierte en antagonista conocida por su frase “¡Cortadle la cabeza!”.
El Jota
Hasta el momento dijimos que la carta con la letra jota representaba el retrato de un sota. Esta era la ilustración original de la carta que ocupa la posición inferior a la reina. ¿Cómo y cuándo el sota se convirtió en un paje?
Existen varias teorías al respecto, pero el motivo más lógico parece ser la coincidencia entre las primeras letras de las palabras inglesas knave y king, sota y rey, respectivamente, que provocaba confusiones.
La introducción del paje, que recibió la letra J, por la abreviatura de la palabra correspondiente en inglés, jack, facilitó mucho a los jugadores, especialmente hizo posible hacer un solo abanico de cartas en vez de repartirlas en las dos manos.
